Vete a la...

Vete a la mierda,
si no quieres creerme,
fuera de mi vida,
si no ves el mudo de mi mismo color
porque así cuando me dejes no sentiré tanto dolor.

Vivo en un maldito rompecabezas
que no tiene solución
y no es porque lo diga yo,
es porque el mudo lo ha querido así,
has preferido verme perdida en un laberinto,
que verme perdidamente enamorada de ti.

Vete a la mierda
si un día decides no dedicarme una de tus miradas,
si un día decides no entender el por qué de mis poemas
si no encuentras la solución de mis problemas.

Sé que puede sonar extraño,
o raro dependiendo de la persona,
pero no creo que existan las segundas oportunidades
solo son patéticos intentos
de volver a vivir lo vivido,
de volver a tener las mismas sensaciones a flor de piel.

Vete a la mierda,
te diré eso cuando te unas a los gilipollas
que apoyan que apriete el gatillo
de esa pistola cargada con una sola bala,
que lleva sorteando matarme desde siempre,
pero nunca ha conseguido hacerlo.

Tengo una pistola
apuntando mi sien derecha,
y una cuchilla
que amenaza con clavarse en mi cuello,
también tengo una cuerda
colgada del árbol del que un día pecamos
por probar algo prohibido.

Vete a la mierda,
no suena bien ¿verdad?
pues algún día te lo dedicaré,
simplemente porque quiero
y puedo
y punto
no hay nada más que decir,
te dejo ir,
para poder aprender a vivir.
o a subsistir me da igual.

El árbol de la vida,
el mismo en el que un día
decidamos ponernos la soga en el cuello,
en el árbol del ahorcado,
nos volveremos a ver.


(Inspirado en la canción: "en el árbol del ahorcado" del libro Sinsajo.)