Para SIEMPRE, hasta SIEMPRE.

No me arrepiento de lo ocurrido,
sé que hemos matado a Cupido,
él afirmó que deberíamos estar juntos
y míranos
hemos acabado como dos difuntos,
simplemente por amarnos.

Mírame a la cara
y repite conmigo,
que ya no somos amigos,
que ya no me quieres ni un poquito.

Admite que no podrías hacerlo,
hemos pillado antes al cojo
que al mentiroso,
y no porque vaya más rápido,
sino porque sabe esconderse.

Me hablabas entre líneas,
creías que no entendía tus indirectas
pero sabes que fueron directas a mis sentimientos,
intentaste hacerme pequeña,
incrédula,
y lo único que has conseguido es hacerme más
y más grande,
porque me ensañaste que no se ama con el corazón
que todo lo que sentimos es una simple ilusión.

Algún día tu y yo no importaremos
la gente que tiene problemas de verdad,
no los convierte en poemas.

Puedo ser muchas personas
y al mismo tiempo seguir siendo yo,
esa chica que piensas que no vale pena
y que se arrancaría las venas por besarte,
por amarte,
por que la dejes disfrutarte.

Pudimos informar de que teníamos un problema,
pero afirmamos no haberlo tenido,
hemos dejado a la mitad el fruto prohibido,
por mostrarlo demasiado
y disfrutarlo demasiado poco.

Le he lanzado una flecha a Cupido
y ha dejado de creer en el amor,
podíamos haber sido un para siempre,
sin embargo hemos acabado en un hasta siempre.

Tus besos me daban la vida,
eran mi medicina,
ahora tus besos son una visita a la muerte,
son mi peor adicción.