Funambulista...

Estabas jugando a ser funambulista
y no te salió bien,
te caíste delante de una multitud,
que ni te hizo caso
porque para ellos eres invisible,
un simple cero a la izquierda.

Aprender a olvidar cómo aprender,
aprendí a sincronizar mis latidos
con los tuyos,
para seguidamente olvidar lo que es amarte.

Es lo que tiene caminar en la cuerda floja,
jugártela demasiadas veces
y fallar,
no pensar bien el paso que vas a dar
y caer.

Una persona invisible,
que nadie puede ver,
porque ha puesto su cuerda tan alta,
que un mínimo error,
le costará la vida.

Apuntar y disparar
dar en el centro de la diana
y seguidamente verte caer,
verte arder
en el mismísimo infierno.

Y cuando te vi caer al suelo
dejé marcharse a las mariposas de mi corazón,
que no hacían más
que hacerme pensar cosas que no tenían razón de ser.

Dolía seguir caminando en esa cuerda
y en un abrir y cerrar de ojos,
salté,
esperando que me recogieras con los brazos abiertos,
en vez de eso
me descubrí besando el suelo
eso me llevó directamente al
infierno.