Miradas cómplices.

Este es el momento
voy a dejarme mover por el viento,
a sentir las sensaciones a flor de piel,
en primera persona
sintiendo que solo me soy fiel a mi.

Voy a desbordar tu paciencia,
comerme tu conciencia
y con un solo beso,
hacer que despliegues tus alas
y que se te derritan todos tus huesos.

Pensar,
es algo imposible cuando lo único que quieres hacer,
es dejarte amar,
es hacerte ver
solo por los ojos que quieres mirar,
esos con los que no hace falta hablar,
para entender
que sus pupilas están encendidas,
por ti...

Respiraciones alteradas,
acciones alocadas,
vidas enteramente soñadas,
miradas que se pierden entre tanta gente
que separan tus pies de los míos.

Mirarte de reojo,
para que nadie se entere
de ese vago recuerdo que aún guardo,
de cuando me perdí entre tus piernas,
para nunca más encontrar las mías.

Guardar tus besos en una caja fuerte,
por si algún día hablas con la muerte
y te enteras de que estoy casada con ella,
de que ante todo
y ante nada,
siempre voy yo.

Nos separan varios kilómetros
de carreteras infinitas,
de palabras mal escritas,
que impiden a la distancia
ser un para siempre.

Definiciones erróneas de lo que es amor,
de lo que es cometer un error
y aún así no sentir ningún dolor,
olvidarte de ese pavor
que te impide hacer lo que más quieres,
de esos problemas que tú solo digieres.

No te escondas,
busca entre tantas miradas,
esa en la que estén dibujadas tus alas
y échate a volar
deja de pensar,
y empieza a amar.